Crònicas pulinicas

En este instante mi mente viaja al pasado, exactamente hasta hace 10 años, cuando cursaba mi ùltimo año de colegio y pude consolidar una muy linda amistad con ella, la internacional, poliglota, original, open mind, amante de los perros y gatos y de todo lo chocolatoso ( especialmente el Nutella): Rosita .

Recuerdo como si fuera ayer las tardes de vagancia en los patios del colegio, el baile del brontosaurio, los jorgitos y mil chistes màs que nos mandamos en esa època tan linda de mi vida; como olvidar los trabajos tan originales que realizabamos, o esas veces en que no dàbamos màs con la presiòn de las clases y llamabàmos a nuestros respectivos padres para que nos rescataran del colegio, ya sea por un imaginario dolor de cabeza o pancita, o bien por una crisis de llanto fulminante. Tampoco puedo olvidar las de veces que intercambiamos agendas y escribìamos lo que le pasaba a la otra; otra talla genial fue cuando las dos tontinas estuvimos enviciadas con Sailor Moon, situaciòn que fue descubierta por el Cuarneta al irme de viaje de estudios y dejè a Rosita la misiòn de grabar cada uno de los episodios que fueran transmitidos mientras estuviera en Brasil jajaaja, para que agregar como se riò todo el el curso de nosotras ( especialmente Claudio A. que vez que tengo noticias de el me molesta con eso), pero como gente original que êramos, ¡NOS IMPORTO UN COMINO!... Como olvidar a sus originales mascotas, el gato Pulino y la perra Olivia, ¡ eran geniales!, y en honor al fiel y digno Pulino he titulado este blog.

Mirando atràs, veo lo fàcil que era la vida para mì, cuando aùn vivìa en mi torre de marfil, y pienso en lo feliz que fui de adolescente y la gente que hizo posible todo esto, entre ellos a mi gran Rosita, niña nacida en Alemania, pero màs chilena que los porotos y la cazuela de Zamorano.